espero que mejor que la mía. Porque la mía me duele y mucho. Durante un tiempo me harté de ir a fisioterapeutas que lo único que me hacían era daño, bastante daño. Y no es que tenga una lesión grave. Son las dichosas contracturas, los odiosos nudos que se acumulan en mi espalda y a veces me impiden respirar.
Supongo que todo empezó con tantas horas delante del ordenador. No nos damos cuenta hasta que un día nuestro cuerpo dice BASTA! y entonces hay que reaccionar. No digo que los fisios sean malos, pero después de muchas visitas y de bastante dinero invertido no han conseguido que mi espalda se sienta libre y descansada. Por eso me he animado a probar métodos alternativos... como el shiatsu. Y después de tres sesiones poco a poco empiezo a sentir mi cuerpo más liberado, más ligero. Y sin necesidad de pasarlo mal en la camilla :)
Además, he encontrado a un nuevo aliado que se ha convertido en el mejor amigo de mi sufrida espalda, y es de él de quien os quiero hablar...
Cojín cervical, saquito de lavanda, cojín térmico... lo llames como lo llames es un calmante rápido y agradable para usar mientras ves la tele o lees un libro. Estoy encantada con él. Sólo hay que meterlo 2 minutos en el microondas a toda potencia y listo para disfrutar 20 minutos de su calorcito. Lo encontré en Natura y espero que me dure muuuucho tiempo!
Gracias a la lavanda que lleva dentro, desprende un aroma muy relajante y nada molesto. De hecho J. no aguanta el olor a lavanda y lleva unos días sin separarse de él! Aún no hemos sufrido peleas por ver quién se lo queda, pero poco nos queda ;p
Lo recomiendo mucho para todos aquellos que suframos de la espalda ya que, por unos minutos, logras olvidarte de ella y después te sientes mucho mejor!
Y si no habéis probado el shiatsu... ya estáis tardando :)
{feliz y relajante semana}