28 de diciembre de 2008

Muy pronto, en 2009...

Donde la calle 42 se cruza con la quinta avenida...


...un poco antes de la Public Library y Bryant Park,


el gigante Zara aterrizará en Nueva York.


Y con él ya serán tres los que podemos encontrar en la "milla de oro" de Manhattan.

Coming soon...


Por cierto, en la web de Zara encontraréis un curioso link Spy City in New York, en el que nos cuentan cosas que hacer por los diferentes barrios de Nueva York. Desde el East Village, pasando por el West Village y Chelsea, hasta el Nolita y sin olvidar Brooklyn. Restaurantes, tiendas de ropa, galerías de arte, museos, tiendas de antigüedades, librerías, cafés... y muchas más recomendaciones que merecen la pena.

Otro de los links nos ofrece un recorrido por las tiendas Zara de la ciudad, situadas en dos zonas privilegiadas: la Quinta y Broadway en el Soho. Nos os perdáis el resumen que hace de estas dos calles emblemáticas. ¡No hubiera estado mal haber averiguado esto antes del viaje! Aunque siempre es imposible verlo todo... maybe next time :)

24 de diciembre de 2008

HAPPY XMAS!!!

Llegan días para estar con la familia, todos juntos, alrededor de la chimenea.


Días para estar en casa, calentitos, decorando el árbol de Navidad con los adornos de siempre, mientras de fondo suena un poco de música.


Para empaquetar los regalos que harán felices a nuestra familia, amigos, pareja... decorarlos con papeles de colores, cintas, mensajes... que sin duda lo harán más especial.


Para preparar una deliciosa cena, divertirnos en la cocina, sentarnos todos a la mesa y compartir los buenos momentos.


Y justo después darnos los regalitos, y poder observar las caras de felicidad y sorpresa de nuestros seres queridos.


Si no habéis escrito vuestra carta a Papá Noel, ¡aún estáis a tiempo! Tal vez ese pequeño detalle que esperáis con tanta ilusión sea vuestro... si os habéis portado bien, claro :)


FELIZ NAVIDAD A TODOS!!

22 de diciembre de 2008

Uterqüe

Estos botines de Uterqüe fueron el regalo de parte de mis hermanas por mi cumpleaños (hace ya tres meses...).

Buscaba un zapato cómodo y a ser posible de piel buena. No fueron fáciles de encontrar ya que además tenían que ser sin tacón (de lunes a viernes jamás me subo a ellos). Tampoco quería nada de flecos que tanto se lleva ahora, así que las opciones se reducían bastante.

Después de buscar y buscar (como véis no había mucho efecto-sorpresa en mi regalo) entré en Uterqüe, aún sabiendo que los precios aquí son algo caros. Pero una estilista me dijo una vez que la calidad era excelente y que las compras aquí eran muy rentables. Al menos por el momento, ya que hay tiendas que al principio utilizan unos materiales muy buenos para "enganchar" al cliente y poco a poco la calidad va disminuyendo en las siguientes colecciones.



Me gustó mucho el color, la suavidad de la piel y lo blanditas que son. ¡Una vez puestas es como si no llevaras nada! Además, el detalle del enganche le da un efectillo arrugado muy moderno y original.


Me las estoy poniendo un montón, sobre todo con pitillos, azules o blancos. Tengo que probar con alguna falda o vestido, a lo mejor con uno color gris de punto... ¿alguna sugerencia? ¿Qué os parece Uterqüe? Espero comprar más cosas en esta tienda, ¡la tengo fichada para rebajas seguro! Porque de nuevo sigue sin tocarme el gordo....

18 de diciembre de 2008

Un domingo en Harlem

No estoy acostumbrada a madrugar un domingo para ir a misa. Había olvidado lo que era despertarse temprano, desayunar, ponerse algún vestidito o ropa mona propia de los domingos y dejarme peinar mi larga melena negra por las habilidosas manos mi madre. Los domingos por las mañanas eran especiales, para una niña de 10 años como yo, aunque luego en la iglesia no pudiera evitar formular la pregunta: "¿Falta mucho para irnos?".

Todo eso ha quedado ya bastante atrás y hace mucho tiempo que he dejado de ir a misa habitualmente. Sólo voy cuando los amigos de mi querido J. deciden casarse o lo que es aún peor, cuando han tenido niños y van a a bautizarles...

Sobre este tema hablábamos, con botellín de cerveza en mano, en un bar-karaoke de Nueva York llamado 2ndOn2nd (llamado así porque se encuentra entre las calles primera y segunda de la segunda avenida) un sábado a las tres de la mañana. Después de perder la vergüenza delante de un público neoyorkino totalmente entregado al cantar una canción de Mecano, otra de la mismísima Rocío Jurado y otra de mi admirado Sabina, decidimos que necesitábamos un buen "chute" de "Aleyuya" y "Oh, Jesus Christ!".

Así que, tras acabar con el repertorio de canciones en español y de alucinar con los numeritos que se montaban en el escenario los locales, nos metimos en un taxi y acordamos en vernos en el vecino Harlem a la mañana siguiente a las 9 y media.

125 Street es una de las arterias más famosas de Harlem, junto con Martin Luther King y Malcom X, dos calles que recuerdan a estos líderes de la comunidad negra asesinados en los años 60 por defender los derechos civiles.


Con gafas de sol, dolor de cabeza y sin haberme tomado un café con extra shot, salí atropelladamente del apartamento más tarde de las 9. Ya no me daba tiempo a ir en metro, así que cogí un taxi y gracias al poco tráfico llegué a la iglesia donde mis amigos hacían cola. Aquello parecía el zoo. Una enorme cola llena de turistas con la cámara colgada del cuello, la gorra y guía en mano esperando para ser los primeros en entrar. Pronto nos damos cuenta de que la mayoría son españoles, excepto unos italianos muy fashion (y muy petardos también).


La cosa se anima cuando a las diez se abren las puertas y un hombrecillo de color, metro sesenta de altura y cara de pocos amigos nos va guiando uno por uno (por señas, no por palabras) en qué sitios nos tenemos que sentar exactamente. Se producen momentos de tensión cuando grupos de 12 amigos son separados por obra y gana del encargado, que hace oídos sordos a todas las quejas. Mi opinión es que en momentos como estos lo mejor es callarse y obedecer (acaso no nos están dejando entrar en SU iglesia? Un poco de respeto por favor!). El problema es que muchos turistas se creen que esto es un parque temático o un show donde se vive en directo la cultura negra como no se vive en sus países. Me imagino cómo sería si fuera al revés... cientos de turistas negros haciéndo cola para entrar en una iglesia católica de Park Avenue.

Después de conseguir sentarnos en los bancos del fondo, alejados de los feligreses, comienza el espectáculo. Hombres y mujeres vestidos con sus mejores galas, con trajes como de otra época, sombreros, tocados, guantes, bolsos al más puro estilo lady, joyas... entran animadamente, se preguntan sobre la familia, se besan como si llevaran años sin verse... Nosotros nos limitamos a observar y no podemos evitar sentir algo de impaciencia por escucharles cantar.

Sólo decir que me emocionó y no me lo esperaba. Las voces, los bailes, son tal y como los vemos en las películas, pero sin artificios, más real. Sin darte cuenta acabas de pie, con el ritmo en el cuerpo y dando palmas. Puede parecer ridículo, pero es algo que hay que sentirlo para entenderlo.

Al salir dimos una vuelta por Harlem, pero sin ir más allá de la calle 125 (como la mayoría de turistas). Una vez más, la falta de tiempo... Bajando a Central Park nos topamos con el famoso teatro Apollo.

Un símbolo del barrio donde artistas como Ella Fitzgerald, Billie Holiday o los Jackson Five con el pequeño Michael hicieron sus primeras actuaciones para un público exclusivamente blanco.


Por sus calles ves la impresionante mezcla cultural: puertorriqueños, dominicanos, mejicanos... todas las nacionalidades del continente africano y también blancos, conviven en un barrio donde la pobreza y el crimen han desaparecido en su totalidad. Muestra de ello es la construcción de viviendas de lujo, hoteles, museos, lofts y hasta un rascacielos próximo a Central Park. Es el "nuevo renacimiento" de un barrio que cada vez acoje a más clase media.

Pero donde sigues encontrándote con estampas como esta...


16 de diciembre de 2008

Quiero un abrigo!!

Quiero que acabe esta ola de frío polar ya. Estoy harta de llevar capas y capas de ropa como una cebolla. De no salir de los jerseis y las chaquetas. De mirar con terror mis vestidos, mis minifaldas. De no poder ponerme unos zapatos de tacón sin leotardos como hacía el invierno pasado... (sólo de pensarlo me congelo!!).

Además, estoy buscando un abrigo que me enamore y no lo encuentro. Ya he entrado en varias tiendas y nada y es que tiene que tratarse de un flechazo, para algunas prendas de ropa reconozco que no soy nada conformista...

Y para alimentar más esta necesidad, me encuentro con este reportaje de moda en Glamour, con unas fotos preciosas hechas en Toledo y una modelo con unos abrigos maravillosos (puestos a pedir...).

Como este de de Hugo Boss, me parece de lo más elegante.

Este azul clarito de Paul & Joe Sister (tengo que ir a esta tienda porque tienen cosas preciosas!). Me gusta mucho la idea de ponerle un broche antiguo.

Este mostaza de Missoni (se me queda un poco grande con esto de la crisis, unos 800 euros...). Es un color muy original, pero también difícil para combinar, no os parece?

Este en rojo de Fairly. Me encantan los abrigos rojos, pero no sé por qué cuando me pruebo uno no acabo de verme...

También hay opciones más económicas y realistas (no nos engañemos!) como por ejemplo Thomas Burberry, una apuesta más clásica que las demás,

o este de Guess Jeans (este sí que me gusta!).

Otra opción es Hoss Intropia, en esta tienda siempre encuentro cosas que me encantan. El precio no lo recuerdo, pero no era excesivamente caro (será mejor esperarse a las rebajas si es que no vuela antes!).
Y ya para rematar la desesperación, soñar con un abrigo de la colección RED de Valentino.
A alguien se le ocurre donde puede haber un clon??


Seguiré buscando...
alguna ayudita? :-)

11 de diciembre de 2008

:(

Esta noche iba a ser una noche especial.
Una noche llena de glamour, buena comida, bebida y, sobre todo, muchas risas.
En compañía de mis compañeros de trabajo, aunque más bien debería decir buenos amigos, celebrando la llegada de la Navidad en la cena que organizamos cada año.
Esta vez tenía muchas ganas, ya que el sitio elegido era el restaurante Olsen de Madrid. Un restaurante y vodka bar escandinavo muy de moda en la ciudad y que suele ser frecuentado por gentecilla fashion. Nos habían hablado muy bien de él y después de ver los menús que nos habían mandado se nos hacía la boca agua de lo delicioso que resultaba todo...

Después de hartarnos de comer maravillas nórdicas el plan iba a ser continuar la fiesta en el sótano abovedado de abajo, donde se encuentra la sala lounge llena de cómodos sofas con un Dj pinchando chill out y house para nosotros.
Más tarde tomaríamos unos chupitos de vodka. Los tienen de todos los tipos y sabores (hasta 80 clases diferentes) ya que es la especialidad del bar. El menú también incluía una especie de performance en la que te sirven un bloque de hielo con una botella de vodka dentro. Con ayuda de un pequeño mazo de metal, el objetivo sería"romper el hielo" para poder degustar la bebida a una temperatura que ellos consideran la idónea.... Hasta ahí todo perfecto.
Pues bien. Todo esto me lo voy a perder debido a una puñetera faringitis y a mis 38 grados de fiebre que me tienen casi delirando toda la tarde!!!! (Aún así he sacado fuerzas para escribir este post ya que con alguien me tenía que desahogar... snif... snif...)

Así que en lugar de estar preparándome ahora para salir, estoy moqueando, con mi pijama de cuadros y tomándome un antibiótico cada 6 horas que me da un sueño tremendo...

Además tengo que soportar ver mi modelito colgado del armario... Un maravilloso vestido de Custo que parece estar riéndose de mi desgraciada existencia...

Esta, evidentemente, no soy yo.

Vestido que lució la morritos Esther Cañadas, en la presentación en Lleida de la colección primavera/verano 2009 del diseñador catalán.

Y para no pasar frío esta torerita también de Custo, cuya imagen he logrado encontrar en el Instyle de este mes, y que no sé quién lleva (pero que parece muy íntima),

Me temo que tendrá que ser en otra ocasión... ahora mi plan consiste en tomar una sopa de cocido calentita y plantarme en el sofá a ver la caja tonta (alguien sabe qué ponen hoy?¿).

Mis queridos Bellous, Javi, Lola y Glo... PASÁDLO MUY BIEN SIN MÍ Y GRACIAS POR VUESTROS MENSAJITOS DE ÁNIMO!! (No hagáis locuras, que luego ya se sabe...).

* Y contadme todos los cotilleos, please...

9 de diciembre de 2008

Portugal


Unas imágenes muy otoñales de Portugal.


Con los colores propios de la estación: verdes, amarillos, naranjas...


Dan ganas de pasear por los pueblos, de estar en contacto con la naturaleza, de respirar aire puro.


De perderse entre las calles y contemplar la "decadencia" característica de la arquitectura de este país.


Y de paso, disfrutar de la decoración navideña por las calles de Coimbra.


Unos días de relax, de buena gastronomía, y sobre todo, de muchas risas... gracias a J. y a C. por haberlo hecho posible!!

Moito obrigada!!

5 de diciembre de 2008

The Top of The City

En pleno Midtown, entre las calles 48 y 51, se encuentra otro de los lugares de obligada visita en Nueva York. El Rockefeller Center, más conocido como The Top Of The Rock.

No se trata sólo de un edificio, sino de un complejo de varios rascacielos donde se encuentran las boutiques con más lujo de la ciudad, restaurantes, teatros emblemáticos como el Radio City Music Hall, oficinas como la de la agencia Associated Press, el International Building con la escultura Atlas de Lee Lawrie, los estudios de la NBC... Es una zona que acoge a miles de turistas que hacen cola para subir al Observation Deck, se sacan fotos en la plaza de las banderas o se toman algo en el bar (de lo más chic) donde en el mes de diciembre se coloca la famosa pista de patinaje sobre hielo.

Su nombre pertenece a la millonaria familia Rockefeller. Padre y posteriormente hijo, iniciaron este ambicioso proyecto a finales de los felices años 20 con el objetivo de impulsar económicamente este barrio respecto al dominante Wall Street. Pero el crack norteamericano de 1929 hizo que tuvieran que abandonarse las obras por falta de inversión.


En 1937 se retomó de nuevo el proyecto, que se bautizó como Radio City. Para Rockefeller Jr. se trataba de crear "una ciudad dentro de una ciudad", con varios edificios de más de 200 metros de altura y un mismo estilo arquitectónico, que ocuparan tres manzanas. Todo un reto ya que era algo insólito hasta el momento. En 1939 queda finalmente inaugurado.


Aquí es donde se coloca el árbol de Navidad más grande de Estados Unidos. Su popular encendido de luces es la señal oficial del comienzo de la Navidad.


La entrada más bonita es desde la quinta avenida. Es una zona preciosa con grandes jardineras conocida como Channel Gardens. Caminar por aquí es toda una experiencia. Al fondo se puede oir el sonido del agua, en especial de la magestuosa fuente situada en la Lower Plaza donde está la escultura de Prometeo de Paul Manship.
Y ahora sé que más de uno me va a matar... pero no subí a lo más alto del edificio!!! jajajaja Lo intentamos, pero cuando nos decidimos a ir no coincidimos con los horarios de subida. Y apesar de estar allí un mes, se nos pasó la oportunidad. No me lo perdonaré!!! Al menos es una buena excusa para volver :-) Y es que quién no quiere tener en su poder la inmensa vista de Central Park, el Empire State... Tendré que conformarme con verlo en el famoso mural de Donna Karan.

Que podéis encontrar en el Soho


Que tengáis un feliz finde-puente!!
Yo me voy a descansar y a comer cochinillo a Portugal, jeje...
Besos!!

1 de diciembre de 2008

Little Italy

Mi primera visita cuando pisé el Soho por primera vez, nada más salir por la boca de metro de Canal Street, fue al pequeño barrio de Little Italy.


Esta zona de Manhattan es conocida con este nombre por haber sido el hogar de una importante comunidad de inmigrantes italianos, sobre todo del sur de Italia y Sicilia. Su "invasión" produjo el nacimiento de publicaciones y periódicos redactados exclusivamente en italiano, incluso llegaron a tener especial relevancia en el mundo de la política, la arquitectura, el arte y la industria del país.

Fue en estas calles donde Al Capone comenzó su carrera criminal como gángster. También aquí se rodaron famosas escenas de El Padrino, de Coppola.


Hoy en día, lo único que queda entre las calles Mulberry, Broome y Canal son cientos de restaurantes italianos, en los que sus empleados, asomados a la puerta te invitan (por no decir que tiran de tu brazo para que entres) a pasar y a degustar según ellos la mejor pizza de la ciudad. Se ha convertido en una especie de "parque temático" para turistas que se dirigen en manada a comer a los sitios que han señalado en su preciada guía Lonely.

En Little Italy me comí una margarita, pero puedo asegurar que no fue la mejor que pude probar en todo el tiempo que estuve allí...


Poco a poco el barrio ha ido menguando debido en parte al crecimiento de la vecina Chinatown. Es curioso ver cómo, según tuerces la esquina, cambias radicalmente de país y pasas de estar en Italia a estar en China. Otro motivo es que muchos italianos han ido abandonando la zona.

Mercado de pescado en Chinatown

Coincidiendo con mi estancia allí, tuvo lugar la famosa Fiesta de San Genaro. Durante 11 días se cortan las calles y todos los restaurantes sacan a la calle puestos donde puedes comprar sus especialidades y comértelas allí mismo. Comida, comida y más comida: pizzas, dulces, salchichas, bocadillos... hasta galletas Oreo de chocolate rebozadas en una especie de aceite (esta debe ser su peculiar versión de nuestros "churros") que compramos por diversión y que acabamos tirando a la basura, jaja!

Por la noche se hace realmente difícil caminar debido a la multitud de gente. Nosotros no pudimos resistirnos a pedir un mega-bocadillo, que ya no recuerdo ni lo que llevaba, que nos costó 8 dólares (sí, 8), pero mereció la pena. Se nota en nuestras caras, ¿no?



Otra experiencia al pasear por las calles de la Pequeña Italia fue encontrarme de repente con este bar...


Para los que no lo hayáis reconocido (a no ser que seáis unos auténticos fanáticos!) se trata del bar que Steve y Aidan de Sexo en Nueva York abrieron juntos después de hacerse íntimos amigos. Su nombre es Onieals, aunque el nombre que tenía en la serie era Scout, en honor al perro de Aidan. Carrie y Miranda acuden a la inauguración del pub en compañía de Samantha, que acaba de romper con su novia María, para hacer frente de una vez por todas a sus "fantasmas".


Como fan de esta serie me hizo muchísima ilusión encontrarme con este bar, como os podéis imaginar!! Os dejo que disfrutéis con el capítulo.

Mucho ánimo con lo que queda de lunes :-)