Las ganas que tengo de que llegue el verano son infinitas. Este año, con el poco tiempo que estoy sacando para mí y para mi blog (entre otras cosas) deseo más que nunca desconectar y empezar a disfrutar de planes o de simplemente no hacer nada. Dicen que después de estar tanto tiempo concentrado en algo que te consume mucho, luego eres capaz de aprovechar más sabiamente tu tiempo que antes.
Por mi parte espero que así sea. Desde que estoy tan atareada he aprendido "a saber decir no", cosa que antes me costaba bastante, reconozco. Y no creo que me vuelva a encontrar a mí misma aburrida sin saber qué hacer o agobiada por haberme sobrecargado de planes. Ahora el tiempo me cunde muchísimo y en eso el máster me ha enseñado bastante. Y ahora disfruto como nunca de pequeñas salidas, de las memorables y de las sencillas también :)
El verano de 2015 es como un premio para mí. Lo comenzaré y terminaré en mi isla preferida, Menorca. Por el medio, saborearé el asfalto madrileño todo el mes julio, pero que se preparen las calles porque tengo apuntados un montón de sitios que quiero conocer. Terminaré mi máster con alegría y algo de penita en mi corazón.
El 1 de agosto veré a dos personas a las que adoro darse el sí, quiero y me reencontraré con gente que hace diez años que no veo. Creo que por fin voy a aprender a navegar en un velero y solo de pensarlo me emociono. En septiembre podré decir aquello de "tengo una boda en Ibiza, pero no vamos todos de blanco".
Y para rematar celebraré mi cumpleaños viendo a la mejor banda de rock del planeta actuar en Berlín.
Veranito... ahora sabes las ganas que tengo de que estés aquí... :)
Fotos vía Zara Pictures
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