¡Ya queda menos!

Llevo casi un mes con los billetes en la mano (bueno, si se puede llamar billete a unas cuantas hojas impresas de la reserva de Easyjet…) y cada vez que las miro pienso… ¡ya queda menos! Dos mesecitos y medio y ya estaremos deslizándonos por las pistas de Villars (chicos, lo sentimos pero tenéis abonados para rato, jeje).

Seguro que no os imaginabais que me iba a dar fuerte por el esquí, verdad? Ni yo tampoco. Sobre todo después de mi fatídica experiencia en octavo curso con esguince de rodilla incluida. Pensé que no era un deporte hecho para mi. Pero ahora ya no hay quien me baje de las tablas (sí, has creado un monstruo!). Me encanta sentir el frío en la cara, la velocidad, el sonido de los esquís sobre la nieve dura... y lo mejor de todo, la vuelta al apartamento después, cuando te duele todo el cuerpo y te quitas por fin las botas... los que conocéis esa sensación sabéis como yo que no tiene precio...

Para ponernos los dientes aún más largos Ángel y Cris nos han mandado estas increíbles fotos del pasado puente (que me pasé tan feliz currando). ¿Que están cerradas las pistas y no se puede esquiar? No pasa nada, ya se le ocurrirá algo a Angelito – pensó la pobre Cris. ¡Claro! Comprar unas raquetas y dar un hermoso paseo por la nieve de más de 3 horas. Uhff… por favor, seguir haciendo estas cosas cuando yo no esté porque no creo estar físicamente preparada… Aunque de no ser por vuestra caña el año pasado no hubiera alcanzado el nivel que tengo ahora. Todavía oigo una voz en mi cabeza que dice: "¡La velocidad es tu amigaaa!".

Preciosa instantánea del humilde jardincito de los Srs. de Rochegrise.

¿Idílico paisaje, verdad?