24 de diciembre de 2007

¡Que festín!


El sábado pasé una noche increíble (y ya van muchas) disfrutando de mi regalo navideño: el musical de La Bella y La Bestia. La cita era a las 22 horas en el Teatro Coliseum. La compañía no podía ser mejor.

Me encantan los musicales y si puedo intento no perderme ni uno. Aunque me quedé con ganas de ver Mamma Mía, Cabaret o The Producers. Éste es el cuarto que veo. El primero fue Queen en 2004; después vino Hoy no me puedo levantar en 2006 y un año más tarde Jesucristo Superstar. Sería imposible decir cuál de todos me ha gustado más. Cada uno es diferente, pero con La Bella y La Bestia he tenido una emoción parecida a la que sentí cuando vi la película por primera vez, mi favorita de todas las de la factoría Disney.

La obra, que comenzó a representarse en Brodway en 1994, llegó a España en 1999. Ocho años después vuelve a Madrid con nuevo reparto. El diseño de vestuario, la coreografía, la orquesta, los decorados, la puesta en escena... todo te deja absolutamente boquiabierto y te introduce de manera increíble en la magia de la historia.

Los números musicales son espectaculares, en especial el de la taberna, el festín, el baile... Me hicieron disfrutar como una auténtica niña.

Es un regalo de esos que no se olvidan fácilmente (cada vez me lo pones más difícil!!) y más aún en Navidad.

Muchas, muchas gracias...(otra vez).